El barrio Alfonso López de Apartadó se manchó de sangre tras el homicidio del joven Carlos Andrés Ricardo González, ocurrido el jueves 19 de diciembre a las 07:45 de la noche.

“Hace años no presenciaba un asesinato, cuando vi el muchacho tirado me puse a llorar, me hizo recordar viejos tiempos, no fui capaz de seguir en el lugar y decidí ir a orar por el eterno descanso del joven. No lo conocía, pero me duele esta clase de cosas, no es justo que le quiten la vida a una persona”, dijo Paola, vecina del sector.

Testigos de la Calle Cuarta del barrio, manifestaron que escucharon impactos de arma de fuego: “No sabía qué pasaba, me miraba con los vecinos, después vi salir un sujeto de una vivienda con un arma en la mano derecha, mi reacción fue quedarme quieto, cuando huyeron en las motos corrimos a ver y lastimosamente estaba muerto”.

El crimen fue reportado a la Policía y un cuadrante acordonó el sitio, al ingresar a la vivienda hallaron el cuerpo de Ricardo González en cercanía de uno de los cuartos.

Cayó boca abajo, vestía camiseta morada, pantaloneta roja y tenis de diversos colores, la mano izquierda le quedó debajo del cuerpo.

Un líder del lugar manifestó que el joven intentó correr, pero los pistoleros fueron más rápidos.

¿LO CONFUNDIERON? 

Un amigo de infancia le aseguró a La Chiva de Urabá que a Ricardo, por cariño le decían “El Mono”, y que algunas personas lo habían relacionado con un grupo al margen de la ley: “La gente habla mucho, decían que él ingresó a un local comercial a robar celulares, hablen por hablar, muchos pensamos que por eso lo mataron. Solidaridad con la familia”, dijo Roberto Montoya.

A Ricardo González le apasionaba estar con los amigos, revisaba con frecuencia las redes sociales y visitaba a los familiares. Uno de sus sueños era tener una casa gigante para tener a toda su familia reunida.