El 25 de septiembre de 1987, en el barrio Minuto de Dios de Bogotá, Johnatan de 4 años de edad, fue robado por un conocido, y terminó siendo adoptado por un hogar en Noruega. Luego de 33 años de búsqueda su familia ha logrado encontrarlo.
Ese día, en horas de la tarde, Johnatan se encontraba frente a su casa jugando con sus dos hermanos, Juan y Alfonso, quienes fueron los últimos en verlos antes de que su secuestrador se lo llevara.
“Ya vengo, voy a llevarlo a comprar unos dulces”, fueron las palabras de el hombre antes de alejar al pequeño de sus dos hermanos:
“Es tomado de la mano y llevado por otra persona. Esa es la memoria que tengo y después escuchar y recordar que estábamos buscándolo y que gritabamos ‘Johnatan’ por todo lado”, comentó Juan.
Ana Jiménez, madre de Johnatan y quien solo tenía 22 años cuando se llevaron a su hijo, recuerda el sentimiento de dolor y angustia:
“Cuando pasaron las horas y no aparecía, ahí me di cuenta que lo habíamos perdido».
Tiempo después de lo sucedido, Ana confrontó al hombre que se llevó a su hijo, quien era conocido de la familia:
“Él me dijo que al niño lo había adoptado una familia de Estados Unidos, que lo tenían por allá, que iba a estar muy bien, que el niño iba a tener lo que yo de pronto no le podía dar (…) que había sido el padrastro que se lo había mandado a llevar, fue terrible”.
El reencuentro
En el año 2019, a través de un aviso publicitario de internet, Juan Jiménez, quien mantuvo vivo el recuerdo de Johnatan y el deseo de recuperar a su compañero de juegos, encontró el camino hacia su hermano desaparecido:
«Nunca pensé en una prueba de ADN (…) Cuando vi la publicidad, dije ‘wow’ y les escribí la historia. Me mandaron el kit con la prueba”, dijo Juan a Noticias Caracol.
Sin imaginarlo, Johnatan hacía lo mismo desde Noruega, pues sabía que las personas con que vivía no eran su familia biológica.
Los hermanos acudieron a la misma empresa para hacer el examen y de inmediato hubo coincidencia.
“Me dicen que encontraron una persona que es mi medio hermano, tío o sobrino, por la cantidad de ADN en común. Le escribí a él si sabía algo al respecto y resulta que era mi hermano Juan (…) Esa fue la primera vez que supe que me habían robado”, afirmó Johnatan.
Juan viajó hasta Noruega en busca de su hermano, quien realmente nunca estuvo en Estados Unidos como lo dijo el hombre que lo raptó y quien murió seis meses después de su confesión.
En enero de 2020, Juan y Johnatan regresaron a Colombia para reunirse con su familia.
«Era una persona extraña para mí. Pensé en quién era ella, hubo mucho sentimiento, nervios, pero al mismo tiempo mucho amor. Entonces, con el primer abrazo sentí todo el amor y era imposible no recibirlo todo”, manifestó Johnatan al estar devuelta con su madre.
El reencuentro tuvo lugar en la misma vivienda donde Johnatan vivió hasta sus cuatro años. Un regreso en silencio por las emociones y por la barrera del idioma.
«No hubo palabras, solamente un fuerte abrazo, el abrazo, el amor. Todo traspasaba porque ni yo le entendía a él ni él me entendía a mí”, manifestó Ana