Después de 26 años de “La Masacre La Chinita”, las víctimas hicieron un acto simbólico en el Cementerio de Apartadó.
A las 07:00 de la noche se llevó acabo una misa por el eterno descaso de las 35 personas que fueron asesinadas en la madrugada del 23 de enero de 1994 en el Bloque Tres del barrio Obrero de Apartadó, mientras departían en una Rumba Caribe con el Gran Juancho 2, a manos de hombres del Quinto Frente de las FARC, quienes ingresaron vestidos de militares, y separando a hombres y mujeres, dispararon indiscriminadamente.
Diana Hurtado, líder comunitaria, expresó que aún no olvida el cruel asesinato de su padre: “Recuerdo, en la mañana fueron a darle el aviso a mi mamá, tenía alrededor de cinco años, me aferré duro de la pijama de mi madre, no olvido esos momentos, cuando llegan estas fechas me toca el corazón, es muy duro todo lo que hemos vivido, pero debemos apoyar el proceso de paz”.
En medio de ofrenda floral que llevaron los niños, nietos de los fallecidos, la Primera Gestora de Apartadó, Liney Espitia, pidió un minuto de silencio y leyeron una carta enviada por Rubén Cano “Manteco”, del Partido Fuerzas Alternativas Revolucionarias del Común -FARC-: “(…) No les digo mucha fortaleza, ya que ustedes son ejemplo de lucha y para ello se requiere fortaleza, la cual no solo para el esclarecimiento de los hechos responsables, no olvidarlos sino también ese compromiso de reconciliación con quienes les causaron ese dolor”.
“La comunidad busca visibilizar la resiliencia y el empoderamiento que han tenido los sobrevivientes al buscar la verdad, la reconciliación y el avance en un proceso de reparación colectiva, el cual lleva siete años, con logros en el componente de participación y acceso a la indemnización”, expresó Elizabeth Granada, directora Regional de la Unidad de Víctimas.
En el último año, la Unidad para las Víctimas entregó cerca de
$435.321.574 millones para la indemnización de 55 familias directas de las víctimas mortales de la masacre registrada en 1994.