La ciencia, que avanza para encontrarle una solución a la depresión, actualmente estudia la posibilidad de desarrollar implantes cerebrales que permitan que los pacientes dejen de sufrir síntomas depresivos.
La idea surge gracias a una investigación publicada por la revista científica Nature Medicine, que demostró que la estimulación eléctrica puede tener un profundo efecto antidepresivo. Esto a través de la utilización de implantes cerebrales que descargan electricidad para cambiar el ánimo.
Para obtener resultados favorables, se debe adaptar cuánta energía se va a descargar, según el ánimo y síntomas específicos de cada paciente.
El estudio con implantes
La investigación y aplicación de la misma estuvo a cargo de la Universidad de California en San Francisco, que convocó a voluntarios para la experimentación.
Tras recibir el implante cada persona fue estudiada para obtener los detalles de la evolución.
“He intentado literalmente todo, y durante los primeros días me preocupaba un poco que esto no fuera a funcionar. Pero luego, cuando encontraron el lugar correcto, fue como el Pillsbury Doughboy cuando le pinchan la barriga y tiene esa risa involuntaria”, manifestó una mujer de 36 años, que participó en el estudio como voluntaria y estuvo seis semanas sin signos de depresión tras el experimento.
Durante el estudio, los médicos identificaron tres regiones del cerebro que podían utilizar para aliviar la depresión. Sin embargo, vieron que los implantes funcionaron cuando el paciente estaba en un estado mental determinado. De lo contrario, la neuroestimulación tuvo el efecto opuesto.
Katherine Scangos, psiquiatra y coautora de la investigación, aclaró que se espera que haya más estudios. Los científicos intentarán realizar otro ensayo clínico, pero con más pacientes.