Opinión | 31 de diciembre

OPINIÓN EDUARDO ZAMBRANO

Abogado, líder político y social

Aunque me siento feliz cuando en muchas partes me reconocen por mi faceta de corredor, la gran mayoría de personas me distinguen como abogado, pero hoy no quiero hablar de carreras ni de leyes. Quiero hacer referencia a la responsabilidad que asumimos cuando hacemos política y queremos llegar al poder. Estoy mama’o de escuchar en campañas discursos “veintejulieros” y populistas del amor que sienten por el pueblo y la gente.

Lo que pasó el 31 de diciembre de 2019 en muchos municipios y departamentos no tiene presentación. Apartadó no fue ajeno a ello y es lo que más conozco por vivir aquí, y a decir verdad, lo que hayan hecho en Turbo, el departamento de Antioquia o en otras partes, no disculpa lo sucedido.

No voy en este espacio a dar razones jurídicas sobre la entrada y salida de algunas personas a la Administración Municipal. Los que dicen que Eliecer Arteaga realizó actos indebidos al nombrar a un grupo de personas entre el 27 y 31 de diciembre tienen sus razones jurídicas; de otro lado, los que dicen que Felipe Cañizález está haciendo actos indebidos al tomar decisiones que llevan a la salida de estas personas también tienen sus razones jurídicas.

De uno u otro lado, dan por sentado que tienen la razón,hablan con propiedad y suficiencia del tema. Hasta a mí que sé algo del tema me hablan con la propiedad del magistrado experimentado, yo casi no hablo, la experiencia me ha enseñado de que la verdad jurídica la dan los jueces y allí es que hay que controvertir, no en las cafeterías.

La cuestión es que me parece desagradable que el 31 de diciembre a las carreras se hayan hecho nombramientos, se haya adoptado por decreto un POT, se haya ampliado un plan parcial y se adoptó otro, entre otros temas.

Muchos de estos actos fueron, al menos, irregulares, pero, sobre todo, fueron irresponsables. Entre las personas nombradas hay algunas a las que estimo profundamente, pero eso de entrar a la Administración como se hizo es ingresar por la puerta trasera, de manera clandestina. Si hubiera sido una necesidad del servicio o para ayudarle a la Administración, Eliecer los hubiera nombrado antes, pero hacer nombramientos el 31 de diciembre cuando a él como alcalde no le prestarían un solo minuto de servicio en esos cargos, me parece hasta retorcido.

No los nombró antes porque no tenía como pagarles los salarios y le tocaba recortar programas para asumir semejante carga, y no hablo de certificados de disponibilidad presupuestal, me refiero a plata contante y sonante. Pero, el 31 de diciembre, sí se podía hacer, porque el problema ya era de otro.

Seguramente algunos de los nombrados se merecen estar allí, pero lamentablemente ellos sufren hoy las decisiones que hicieron en la anterior Administración, donde al fin el objetivo no era ayudarle a ellos, sino que terminaron siendo víctimas de intereses atravesados.

Esperemos a ver qué decisiones toman los jueces, y nos guste o no hay que obedecerlas, pero queda el sinsabor de quienes en el último día de su mandato nos demostraron que Apartadó no les importaba, sino sus intereses, y que en realidad estaban enamorados del poder, no de nuestro pueblo ni de su gente. Con esos actos borran lo bueno que yo he reconocido y demuestran lo que realmente son.

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