OPINIÓN | TOMASA MEDRANO RAMOS
Docente y líder afrodescendiente de Turbo
Después de la tempestad regresa la calma y así hay que entenderlo, después de las fiestas decembrinas llega el regreso de los estudiantes a las instituciones educativas.
Algunos padres de familia no lo reconocen, pero para muchos resulta un encarte las vacaciones de sus hijos, tenerlos en la casa durante todos los días y sin una programación definida (qué hacer), días vienen, días van, coma, duerma, vea televisión, y sin contar los alegatos hasta por lavar una cuchara, o peor, por recoger los medio regueritos que hacen… Jumm y como los vampiros, durmiendo todo el día y saliendo por las noches cuando el peligro es mucho más latente. Creo que claman para que las vacaciones se terminen y regresen los profesores. Los que en cierta forma los reemplazan, pero de una manera más estructurada, con metodologías y didácticas apropiadas para entender y manejar a 40 y más muchachitos en un salón, de distintas familias, con intereses y genios diferentes. No es tarea fácil, nada fácil, considero que la sociedad debería valorar mucho más a quienes nos dedicamos a realizar esta labor.
Aunque ese no es el tema en esta ocasión, sí se debe reflexionar en algún momento.
Sobre la consecución de los útiles escolares debemos ser muy organizados y no dejar todo para el último momento. No podemos descartar elementos buenos que quedaron del año anterior, como reglas, colores, cartucheras, borradores, correctores, cuadernos con más de la mitad de hojas limpias, carpetas, entre otros. No todo tiene que ser nuevo.
A los jóvenes hay que educarlos para que sean responsables en la entrega de sus tareas, organizados en lo que se les encomienda, puntuales a la hora de llegar, respetuosos con sus compañeros y profesores, que sean sencillos, que no sean orgullosos, presumidos, arrogantes, fastidiosos, creyéndose más que los demás, y para colmo exigentes en todo.
No quienes llevan los cuadernos más costosos son los que ganan las tareas, o el morral de marca X les da más autoridad e imagen.
Desde el acto sencillo de comprar los útiles a los estudiantes iniciamos a formar en ellos valores y principios que les ayudarán a ser mejores personas, a cuidar las cosas para que les duren y les presten un mejor servicio, un día tenemos y otro no sabemos quién nos tenderá la mano.
El estudio es la mejor inversion. FELIZ REGRESO.