OPINIÓN | JAIRO BANQUETT
Comunicador social periodista
La campaña del año 2003 fue el caballo de batalla utilizado por el poder que se sentía amenazado con la nueva alternativa que les respiraba en la nuca, para presionar a personas de la ilegalidad para que me involucraran en el proceso penal del año 2010, que hoy 10 años después no he cerrado, lo mismo hicieron con Adolfo Romero años más tarde.
En el 2007 volvimos a inquietar a los grupos de poder, a pesar de que no pudimos mantener la estructura política durante cuatro años, ganamos reconocimiento desde la oposición para evitar, aunque infructuosamente, que le quitaran a los habitantes de Apartadó sus empresas de aseo, alumbrado público, parte del tránsito, acueducto y alcantarillado.
El poder tradicional de la clase política y empresarios se quedaron con los haberes de los apartadoseños, pero nunca hemos declinado en pasarles la cuenta de cobro política.
Así salimos de nuevo a las calles, vendiendo la idea de que es posible gobernar sin robar, que teníamos fe de que todo cambiaría. En esas elecciones ganamos el aval del movimiento Alas Equipo Colombia, en cabeza de Luis Alfredo Ramos, quien se convirtió en Gobernador de Antioquia en esas mismas elecciones.
En esa oportunidad crecimos nuestra capacidad organizativa, mejoramos el discurso y las propuestas, le llegamos a más sectores y alcanzamos cerca de cinco mil votos, de nuevo el 50 por ciento para alcanzar la meta, el voto de opinión no alcanzó, pero elegimos a dos concejales: Adolfo Romero y Jorge Baguett.
En ambas elecciones, la figura periodística de Felipe Cañizález tomó fuerza al frente de la dirección periodística de Casa Antena Stereo.
De allí en adelante, hasta mi detención el 12 marzo de 2010, nos tocó enfrentar una dura batalla en contra del modelo de gobierno asumido para pagar favores de los financiadores de las campañas y contratistas inescrupulosos que dejaron algunos elefantes blancos, como el Megacolegio de Serranía.
Logramos conformar una sola fuerza con Eduardo Zambrano, Jesús Doval y Apartadó con Rostro Humano, y de no ser por la detención de 25 líderes de Urabá, a 48 horas de las elecciones de 2010, hubiésemos puesto Representante a la Cámara por el movimiento de negritudes Coldemafro, con el logo del banano maduro.
Para las elecciones del 2011, la coyuntura política favoreció a Gonzalo Giraldo.
Para el 2014, Felipe Cañizález estando en el IMDER, me compartió su aspiración a ser Alcalde de Apartadó, y sin pensar mucho le dije ‘en política no se pide permiso, ni se espera a nadie, arranque’. Habíamos aprendido, pero nos dejamos intimidar, tuvimos infiltrados, y el día de las elecciones la gente que nos vio como alternativa pasaron de 17 mil, Arteaga se quedó con la Alcaldía con una diferencia de tres mil votos.
En las elecciones que le dieron la Alcaldía a Cañizález, por razones obvias, me mantuve bajo perfil para evitar que los expertos en campañas sucias y montajes le hicieran daño.
Cañizález logró unir a 12 movimientos políticos de diversas vertientes, y ganó con más de 28 mil votos, habían pasado 16 años para que el proceso iniciado en el año 2003 diera sus frutos.
Cañizález está obligado a hacer un buen gobierno, y lo hará porque sabe gestionar, y no gobierna con mentalidad criminal, sino de servicio.