El sábado 25 de enero fue sepultado en Chigorodó Camilo Andrés Cossio Arboleda de 16 años de edad, asesinado de tres disparos de arma de fuego, en la tarde del jueves 23 de enero en el barrio La Castellana de esa localidad.
Según testigos, el crimen fue sobre las 05:00 de la tarde en inmediaciones del barrio con un potrero, hasta donde llegaron los pistoleros y lo asesinaron.
“Escuchamos los disparos, al rato fuimos a ver y estaba tirado en el lote. Luego llegó la Policía y acordonó el lugar», dijo un residente del sector.
La inspección técnica al lugar de los hechos y levantamiento del cadáver terminó a las 07:30 de la noche, fue llevado a la Morgue local y al día siguiente entregado a sus familiares, quienes lo velaron en la residencia donde vivía con la novia, la madre, abuela, tíos y primos, en el barrio La Castellana.
Amigos y familiares lamentaron lo sucedido y escribieron mensajes en redes sociales: «Guara, vas a hacer mucha falta. Ojalá nos hubieras escuchado mucho antes de que pasara todo esto», escribió una familiar.
LE HABÍAN CORTADO UNA MANO
La familia de la novia aseguró que en los ocho meses que tuvieron de relación no encontraron quejas de él, era un buen muchacho que amaba a su compañera sentimental y por ella cambió su vida: «Lo que conocí de él fue bueno. Él mismo me dijo llorando el 31 de diciembre ´vea suegra hace un año estaba hospitalizado, porque me cortaron la mano´ desde eso dijo que no volvía a pelear porque le cogió miedo al machete», expresó la suegra.
Hasta diciembre trabajó en una bananera con su padre, pero se les había terminado el contrato, por lo que iniciaría el lunes 28 de enero en otra finca.